La Generalitat prevé entrar en las próximas semanas en la fase de sequía, que introduce limitaciones a las actividades económicas, con modificaciones en la última fase, la de emergencia, dividida en tres sub fases, cuyo inicio está previsto que se decrete en pocas semanas, como a principios de febrero.
El consejero de acción climática, David Mascort, se ha referido en su explicación a la prohibición del uso de las duchas en los recintos deportivos, un asunto que hace un mes, en el preanuncio que realizó, causó mucha controversia.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) se reunió ayer con representantes de gimnasios y clubes federados para exponerles el plan previsto para los próximos meses, si la situación continúa empeorando por la escasez de lluvias.
Balnearios, campings, hoteles y comunidades de vecinos no podrán llenar o rellenar las piscinas, que tendrán su excepción en la práctica deportiva.
Primera fase de emergencia
El Ejecutivo de Pere Aragonés, en su reunión semanal, en la primera fase de emergencia, los equipamientos con terrenos de juego que requieran riego y piscinas que deban rellenarse, pueden hacerlo con un plan de ahorro en otros usos del agua, como el de las duchas.
En las fases dos y tres, las restricciones se endurecerán, en la segunda ya no estarán permitidas las duchas si se quieren llenar las piscinas, y en la tercera, no se podrá realizar ninguna de las actividades anteriores.
Actividades económicas
Mientras se encuentre vigente la fase de emergencia, se aplicará una moratoria para los proyectos de crecimiento o inicios de actividades que requieren un uso intensivo de agua, lo que afectará a sectores como turismo, industria, ganadería o planes urbanísticos.
Los trámites para conseguir las licencias pertinentes podrán avanzar, pero se aplaza la puesta en marcha del funcionamiento, esta paralización de la actividad económica no estaba en el plan de sequía inicial, que fue aprobado en el 2020.
Los embalses de las cuencas internas catalanas están a un 16,2% de su capacidad total, es decir, rozando el límite del 16% en el que está estipulada la entrada en fase de emergencia, sin detallar fechas, el Govern espera que esa cifra llegue en las próximas semanas.
El paso a emergencia en el sistema Ter-Llobregat, que abastece de agua a toda el área metropolitana de Barcelona y parte de la provincia de Girona, con casi seis millones de habitantes, significa que, por lo menos, 202 municipios deberán reducir su consumo de agua a 200 litros por persona y día en el primer nivel, 180 litros en el segundo y 160 litros en tercero.
Entre las actividades prohibidas están la instalación de pistas de hielo temporales y actos lúdicos como fiestas de espuma o juegos acuáticos.
El pasado domingo, Mascort presentó dos proyectos para canalizar agua desde el río Ebro y garantizar el riego de unas 5.000 hectáreas de cultivo de Priorat, la comarca tarraconense productora de vino con la famosa denominación de origen.
La construcción requiere de la opinión de la Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Otra medida es la reducción de los caudales ecológicos de los ríos Llobregat, Ter y Muga.